1. LA BIBLIA Creemos que toda la Biblia, (antiguo y nuevo testamento) consiste en sesenta seis libros, es verbalmente y plenariamente Palabra Inspirada de Dios, sin errores en los escritos originales, palabras de confianza en todo lo que afirma, sea en Historia, Científicamente o asuntos morales. La Biblia es la suprema autoridad final para nuestra vida y fe. Creemos que Dios ha sido fiel preservando su Palabra y que la Biblia que nosotros tenemos hoy es la palabra de Dios. Además creemos que la Biblia Reina Valera 1602 y 1960 son las traducciones más confiables en la traducción en español. (2 Ti.3:16; 2 P. 1:21; Sal. 119:89; Mr. 13:31)
2. Dios Creemos en la Trinidad de Dios (Dios en tres personas) Padre, Hijo y Espíritu Santo. Creemos que él es eterno e idéntico en esencia, al igual en poder y Gloria. Creemos que tienen los mismos atributos y perfección. Creemos en Dios, el Padre perfecto y sagrado, infinito en sabiduría, ilimitado en poder. Creemos que el está interesado en la vida del hombre; el escucha, contesta las oraciones y el salva del infierno a todos aquellos que vienen a él por medio de Cristo Jesús. (Ge.1:1 Ex.3:14; Jn.8:24 Sal.90:1,2; Ts.48:16,17; Mt.28:19).
3. CRISTO JESÚS Creemos en el Señor Jesucristo como el Único Hijo de Dios, Palabra eterna manifestada en carne. Creemos que él fue concebido por el Espíritu Santo y que nació de la virgen María, que él es el verdadero Dios, y verdadero hombre y el único mediador entre el hombre y Dios. Creemos en su obra Vicaria y Redentora. Cristo derramo su preciosa sangre como paga por nuestros pecados. Creemos en su resurrección corporal, en su ascensión y en su ministerio celestial que él continua en esta era presente como sumo sacerdote e intercesor. Creemos en su personal, eminente y premilenial regreso por los redimidos, seguido por su venida en gloria para juzgar a los rebeldes y para establecer su reino milenial. (Lc.1:35; 3:21-22; Jn. 1:11; Col. 2:9; 1 Ti.2:5; 3:16; He.1:8).
4. ESPÍRITU SANTO Creemos que el Espíritu Santo es una persona divina y como Dios es eterno e igual que el Padre y el Hijo, y de la misma esencia; que el convence al mundo de pecado, justo en juicio, el que regenera a todo aquel que cree en Cristo; que el entra en los creyentes en el momento de la conversión; que él sella, habita, enseña, guía, ayuda y santifica a los creyentes. Creemos que los llamados carismáticos “bautizados con el Espíritu Santo” no es escriptural y que los dones de señales (milagros/lenguas) cesaron en la era de la Iglesia primitiva. (Jn 3:5-8;16: 8-14; Ro 8:9; 1 Co. 2:10; 6:19; 14:1-40; Ef. 5:18).
5. EL HOMBRE Creemos que el hombre fue creado en estado de inocencia y a la imagen de Dios, pero por su propia voluntad cayó en el pecado. Como consecuencia todo hombre ahora es un pecador por naturaleza, por elección y por práctica y son culpables y perdidos en absoluta incapacidad de salvarse así mismo por su propio esfuerzo. Por consiguiente el hombre está bajo condenación sin ninguna excusa. (Ge. 3:6; Ro 1:18; 3: 23; 5:12; Jn. 3:19)
6. PECADO Creemos que el pecado entró al reino angelical por medio del orgullo y rebelión de Satanás y entró a la raza humana por la desobediencia de Adán. El pecado es perder el intento divino de la vida, esto incluye todo lo que es contrario al carácter de Dios. Creemos que el hombre es pecador por naturaleza y por eso es que su inclinación es siempre hacia el mal. Creemos que todo ser humano a heredado el pecado de Adán, por lo tanto el hombre es un depravado espiritual por naturaleza (Gn.6:12; Jer.17:9; Ro.5:12; 7:13-25)
7. SALVACIÓN Creemos que para ser salvo el hombre debe arrepentirse de todo pecado y recibir a Cristo como Señor y Salvador. Creemos que somos salvos únicamente por gracia a través de la fe y de su preciosa sangre, muerte y resurrección de nuestro Señor Jesucristo el Hijo de Dios. Creemos en la seguridad eterna de nuestra salvación, en la bienaventuranza de ser salvos, del eterno juicio y castigo a aquel que rechaza al Señor Jesús. (Lc.15:7; Jn.1:12; 3:16; 10:27-30; Ro.10:9-13; Ef.2: 8; 9 Tit.3: 5)
8. LA IGLESIA Creemos que en el Nuevo Testamento, la iglesia local es el vínculo que Dios ha escogido para cumplir su trabajo en esta dispensación de gracia. Creemos que la iglesia es una congregación de regenerados, creyentes bautizados por inmersión, unidos voluntariamente con el propósito de tener compañerismo, edificación y observación de las ordenanzas (bautismo/ cena) del Señor. Creemos que la verdadera misión de la iglesia es la evangelización del mundo y cumplir así la gran comisión. Creemos que la iglesia local debe estar bajo el liderazgo de Cristo, y debe de mantenerse libre de cualquier interferencia jerárquica externa, y no debe tener compañerismo con ministerios que promuevan el: Ecumenismo, modernismo, liberalismo, neo- evangelicalismo o alguna otra cosa mundana que haga que la iglesia comprometa el Evangelio Santo y puro. Creemos que la iglesia local debe de animar a sus miembros a buscar vivir una vida santa y separarse de todo aquello que deshonra el nombre de Dios o que desacredite su causa o levante mal testimonio de la iglesia de Cristo. Además creemos en la separación de la iglesia y el estado (Mt.16: 18; 18:17; 28:19-20: Hch.2:42; Ap. 1:11)
a. ORDENANZAS – SON DOS 1. BAUTISMO Creemos que el bautismo Bíblico es la inmersión de el creyente en el agua; en el nombre del Padre, Hijo y Espíritu Santo; que es el simbolismo de la muerte, sepultura y resurrección de Cristo Jesús; que es el testimonio público de lo que el Espíritu Santo ha hecho ya en el corazón de aquellos creyentes nacidos de nuevo. Es los simbolismos de la muerte al pecado y la resurrección para caminar en una nueva vida. No hay ningún poder de salvación en el bautismo; es un acto de obediencia público y un requisito para ser un miembro de la iglesia local. (Mt.28: 19,20; Hch. 2:41; 8:12,36-39; 9:18; 10:47,48)
2. LA CENA DEL SEÑOR Creemos que la cena del Señor es el recordatorio de la muerte del Señor Jesucristo. Y que debemos celebrarla hasta que el venga. Creemos que el pan y el jugo de uva son símbolos; de su cuerpo que fue inmolado en la Cruz y de su Sangre derramada por nuestros pecados. Creemos que está ordenanza no tiene ningún poder y que solo pueden participar los creyentes bautizados, que están caminando en obediencia a la palabra de Dios. (Lc.22:14-20; 1 Co.10: 16-21; 11:23-32)
b. MINISTROS – SON DOS 1. Pastor- Debe ser un hombre llamado por Dios y predicador del Evangelio. 2. Diáconos- debe ser un hombre maduro y fiel. (1 Ti.3: 113; Tit.1: 5-9)